ANTE LA AMENAZA DEL AYUNTAMIENTO DE IMPEDIR EL MERCADILLO DEL SÁBADO EN EL LUIS BUÑUEL.

LLAMAMIENTO A LA CIUDADANÍA ANTE LA AMENAZA DEL AYUNTAMIENTO DE IMPEDIR EL MERCADILLO DEL SÁBADO EN EL LUIS BUÑUEL.

Foto mercadillo 2018

Tras un año de mercadillos de segunda mano en el Luis Buñuel para reivindicar nuevas plazas en el Rastro el actual Ayuntamiento está amenazando con suspenderlo. En concreto su próxima edición este sábado 3 de agosto. «Habla de pedir permisos y autorizaciones pertinentes» sin entrar en detalles de cuales son. Como las demás actividades que se dan en el Luis Buñuel esta amparado por el convenio que firmó el Ayuntamiento con las entidades que gestionan dicho centro. Se ve que PP-Ciudadanos-Vox se han lanzado a la persecución y machaque de los sectores más desfavorecidos. Después de varios domingos con una presencia policial masiva en el Rastro para impedir la presencia de Sin licencia ahora arremete contra la actividad que mantiene viva la lucha por las nuevas licencias. Desde 1985 ha habido gente vendiendo sin licencia en el Rastro (antes nadie pagaba por un sitio fijo). Para ningún ayuntamiento del PSOE y PP fue una cuestión ante la que tomar medidas. Pero han estado cuatro años machacando a ZeC con esto y ahora lo van del tirón. De momento no se les ocurre más que la vía represiva cuando hay decenas de plazas de segunda mano vacantes, gente Sin licencia que está dispuesta a pagar y un nuevo tercer sector de integración para estas personas que se aprobó en el Consejo de Ciudad pero que no se sabe si lo llevará adelante el nuevo Ayuntamiento. Llamamos a la ciudadanía a apoyar el mercadillo de este sábado 3 de agosto, especialmente desde su inicio a las 8,30 en el Luis Buñuel (plaza Santo Domingo). Aprovechamos para insistir en que la pobreza se combate con medidas sociales, si son de autoempleo mejor. La presencia policial masiva en el Rastro no es sostenible en el tiempo ni solucionará nada. La gente recorrerá las calles cada semana y tratará de vender esas cosas que les aportan 20 o 40 euros. Para mucha gente es la comida de varios días, aunque a los de arriba no les importe en su guerra clasista contra los pobres. Todo esto no va más que de disciplinar a los de abajo, sea en los trabajos asalariados o en la calle. Es la misma guerra.